Medinacelli: “Levantar el subsidio no es una tarea fácil” y la normalización del combustible tomará tiempo

El nuevo ministro de Hidrocarburos y Energías explicó que el abastecimiento depende de estabilizar el ingreso de cisternas y de una revisión profunda del sistema de subsidios, que calificó como técnico, complejo y políticamente sensible.
La Paz.— En su primera conferencia de prensa como ministro de Hidrocarburos y Energías, Mauricio Medinacelli advirtió que la normalización del abastecimiento de combustibles en el país será un proceso gradual que dependerá de dos tareas simultáneas: asegurar el flujo de cisternas que ingresan al territorio nacional y revisar el esquema de subsidios vigente desde hace más de dos décadas.
“Levantar el subsidio no es una tarea fácil”, afirmó el ministro, al precisar que el precio de la gasolina y del diésel está sostenido por “un andamiaje normativo y financiero que no se puede desmontar de un día para otro”.
Medinacelli informó que en las últimas 48 horas ingresaron entre 150 y 200 cisternas, y unas 100 más el día anterior, lo que permitió “estabilizar el mercado”, aunque aclaró que la meta es alcanzar un flujo constante de 400 cisternas diarias para normalizar completamente la oferta.
El ministro anticipó que el abastecimiento en el eje troncal podría normalizarse esta semana, mientras que las regiones más alejadas aún deberán esperar. “Es como construir con Legos —dijo—: no tienes la casa armada de un día al otro”.
Un sistema de subsidios anclado en normas antiguas
El titular de Hidrocarburos explicó que la estructura actual de precios de los combustibles responde a un sistema normativo obsoleto y contradictorio, modificado en más de un centenar de ocasiones desde la década de 1990.
“Bolivia opera con normativas viejas. La base es el Decreto Supremo 24914 de 1997, modificado por el 25530 de 1999 y luego alterado por decenas de decretos adicionales. Tenemos que revisar todos los componentes de la cadena de valor. Esto va más allá de un simple levantamiento de subsidio”, señaló.
El desafío, admitió, es reformar el subsidio sin generar un impacto social. Los precios internos, dijo, “son políticos, no técnicos”, y el Estado subsidia actualmente entre 7 y 8 millones de litros diarios, afectando la sostenibilidad fiscal.
De un problema financiero a un problema estructural
Medinacelli reveló que el reciente desabastecimiento no se originó por falta de combustible, sino por un bloqueo financiero que impidió emitir las cartas de crédito necesarias para las importaciones.
“Era un problema económico-financiero. No había confianza para emitir las cartas de crédito. Recién después de la visita del presidente Paz a Estados Unidos llegaron los recursos y se pudieron activar los contratos con proveedores de Paraguay y Chile”, explicó.
El ministro insistió en que el reto inmediato es estabilizar el mercado, mientras se avanza en una auditoría integral del subsidio.
“Si usted le dice a la señora de a pie que haremos una auditoría, le responderá: necesito gasolina para trabajar. Por eso lo urgente es estabilizar el abastecimiento, sin dejar de lado las reformas que el país necesita”, concluyó.
