¿Cómo es el perfil de los asecinos seriales?

Según el perfil que han dibujado los criminólogos, en ellos hay una característica común que generalmente no pueden disimular: son fríos, prácticamente carecen de emociones. Resultan personas que, en determinadas circunstancias, pueden desatar terribles tragedias. De alguna manera se asemejan a los cazadores, hasta suelen tener ese hobby, sin embargo, sus presas favoritas resultan sus semejantes, cazan personas. 

Sin embargo, valga realizar una precisión: una gran parte de ellos no son criminales, pueden tener una forma muy sutil de causar daño y hacer mucho daño. Se encuentran dispersos por doquier, como camuflados en la sociedad, ejerciendo infinidad de profesiones y oficios. Es decir, nos relacionamos con ellos probablemente a diario y en cualquier escenario social.Algo que demuestran las historias de los más trágicamente conocidos psicópatas seriales de los últimos años en Bolivia.

La lista registra a al menos siete casos acaecidos en cuatro departamentos del país.

 Casos célebres

Se trata de Jaime Cárdenas Pardo, Omar Jhonny Fernández Herrada, Carlos Mamani Mamani, Basilio Mamani Clares, Marcelo Ostria Borda y Matusalén Mancilla Lipa. Están registrados bajo las características de asesinos seriales en la historia boliviana reciente. A ellos se sumó Richard Choque Flores, en cuyas casas y en apenas 15 días se descubrieron los restos de cuatro de sus víctimas. En un momento, se esbozó la posibilidad, aún vigente, de que Choque hubiese asesinado entre ocho y 15 personas. Algunas voces aseguraron entonces que se trataba del mayor asesino serial conocido en Bolivia, por lo menos en las últimas décadas. Sin embargo, el psicópata que aterrorizó a El Alto hace unas semanas no ocupa ese macabro sitial. En los registros oficiales de los últimos 90 años el asesino serial que más vidas segó es Jaime Cárdenas Pardo, alias el Jhimmy. “Ya no recuerdo cuántos he matado —respondió a los medios, sin el menor descontrol o nerviosismo, cuando fue sentenciado en marzo de 2020 y se hallaba a metros de los deudos de sus víctimas—. ¿Quién está para contar así? ¿A ver vayan a decirle al que mata vacas cuántas vacas mata? Estaba totalmente drogado. Me decían toma plata, hace. Ya, pues, y así”. Luego confiesa que mató personas desde sus 18 años y fue capturado a los 25. En años recientes, en el penal de Chonchocoro, ya convertido en un predicador evangelista, ha declarado que calcula que asesinó, por lo menos, a 30 personas. 

Tarija Informa

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