Tres posibles escenarios para el fin de la guerra de Putin

La batalla por Ucrania que se desarrolla ante nuestros ojos tiene el potencial de ser el acontecimiento más transformador en Europa desde la Segunda Guerra Mundial y la confrontación más peligrosa para el mundo desde la crisis de los misiles de Cuba. Veo tres posibles escenarios para el final de esta historia. Los llamo “el desastre total”, “el compromiso sucio” y “la salvación”.El escenario del desastre ya está en marcha: a menos que Vladimir Putin cambie de opinión o pueda ser disuadido por Occidente, parece dispuesto a matar a tanta gente como sea necesario y a destruir toda la infraestructura de Ucrania que sea necesaria para borrar a Ucrania como estado y cultura libres e independientes y acabar con sus dirigentes. Este escenario podría conducir a crímenes de guerra de una magnitud que no se ha visto en Europa desde los nazis, crímenes que harían de Vladimir Putin, sus compinches y Rusia como país, todos parias mundiales.El mundo globalizado y conectado nunca ha tenido que lidiar con un líder acusado de este nivel de crímenes de guerra, cuyo país tiene una masa terrestre que abarca 11 husos horarios, es uno de los mayores proveedores de petróleo y gas del mundo y posee el mayor arsenal de cabezas nucleares de cualquier nación.Cada día que Putin se niega a parar nos acercamos más a las puertas del infierno. Con cada vídeo de TikTok y cada foto de teléfono móvil que muestra la brutalidad de Putin, será cada vez más difícil para el mundo mirar hacia otro lado. Pero si se interviene se corre el riesgo de desencadenar la primera guerra en el corazón de Europa con armas nucleares. Y dejar que Putin reduzca Kiev a escombros, con miles de muertos -como conquistó Alepo y Grozny- le permitiría crear un Afganistán europeo, desparramando refugiados y caos.Putin no tiene la capacidad de instalar un líder títere en Ucrania y dejarlo allí: un títere se enfrentaría a una insurrección permanente. Así que Rusia necesita estacionar permanentemente decenas de miles de tropas en Ucrania para controlarla, y los ucranianos les dispararán todos los días. Es aterrador lo poco que Putin ha pensado en cómo termina su guerra.

Ojalá Putin estuviera motivado sólo por el deseo de mantener a Ucrania fuera de la OTAN; su apetito ha crecido mucho más allá de eso. Putin está en las garras del pensamiento mágico: como dijo Fiona Hill, una de las principales expertas en Rusia de Estados Unidos, en una entrevista publicada el lunes por Politico, cree que existe algo llamado “Russky Mir”, o un “Mundo Ruso”; que los ucranianos y los rusos son “un solo pueblo”; y que su misión es ingeniar “la reagrupación de todos los rusoparlantes en diferentes lugares que pertenecieron en algún momento al zarismo ruso”.Para hacer realidad esa visión, Putin cree que es su derecho y su deber desafiar lo que Hill llama “un sistema basado en reglas en el que las cosas que los países quieren no se toman por la fuerza”. Y si Estados Unidos y sus aliados intentan interponerse en el camino de Putin -o tratan de humillarlo como lo hicieron con Rusia al final de la Guerra Fría-, él está señalando que está dispuesto a superarnos. O, como advirtió Putin el otro día antes de poner su fuerza nuclear en alerta máxima, cualquiera que se interponga en su camino debe estar preparado para afrontar “consecuencias que nunca han visto” antes. Añada a todo esto los crecientes informes que cuestionan el estado mental de Putin y tendrá un cóctel aterrador.

El segundo escenario es que, de alguna manera, el ejército y el pueblo ucranianos sean capaces de resistir lo suficiente a la blitzkrieg rusa, y que las sanciones económicas empiecen a herir profundamente la economía de Putin, de manera que ambas partes se sientan obligadas a aceptar un compromiso sucio. A grandes rasgos, el compromiso consistiría en que, a cambio de un alto el fuego y de la retirada de las tropas rusas, los enclaves del este de Ucrania que ahora están bajo control ruso de facto se cederían formalmente a Rusia, mientras que Ucrania se comprometería explícitamente a no entrar nunca en la OTAN. Al mismo tiempo, Estados Unidos y sus aliados aceptarían levantar todas las sanciones económicas impuestas recientemente a Rusia.Este escenario sigue siendo improbable porque requeriría que Putin admitiera básicamente que fue incapaz de lograr su visión de reabsorber a Ucrania en la patria rusa, después de pagar un enorme precio en términos de su economía y de la muerte de soldados rusos. Además, Ucrania tendría que ceder formalmente parte de su territorio y aceptar que iba a ser una tierra de nadie permanente entre Rusia y el resto de Europa, aunque al menos mantendría su independencia nominal. También requeriría que todo el mundo ignorara la lección ya aprendida de que no se puede confiar en que Putin deje en paz a Ucrania.

Por último, el escenario menos probable pero que podría tener el mejor resultado es que el pueblo ruso demuestre tanta valentía y compromiso con su propia libertad como el pueblo ucraniano ha demostrado con la suya, y consiga la salvación expulsando a Putin de su cargo.

Tarija Informa

Apasionado por el periodismo, la tecnología y las redes sociales.